Los adjetivos van adheridos al nombre.
Nos dan su identidad porqué son una cualidad.
La mejor manera de entenderlo es con el juego del detective.
La identidad, los rasgos, las características, el aspecto, o la cualidad son todo lo que nos ayuda a definir un nombre. Responden a preguntas cuya respuesta suele ser un adjetivo. Por ejemplo: pequeño responde a la pregunta sobre el tamaño. verde sobre el color, simpático sobre el carácter o lento sobre su velocidad.
En eso consiste el juego del detective. Un jugador esconde en una caja un objeto concreto o escribe un nombre de algo abstracto. Los demás jugadores son los detectives. Pueden hacer cualquier pregunta para averiguar la identidad del nombre secreto. Pero el que tiene la caja sólo puede responder adjetivos. Gana el detective que adivina el nombre. Si el que tiene la caja se equivoca y no responde con un adjetivo, pasa la caja al jugador que le hizo caer en la trampa. Cuanto más juguéis más dominaréis y seréis buenos investigadores.
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