The Value Of A Day from seeing the everyday on Vimeo.
Cada día estrenas vida. Cualquier actividad cotidiana puedes vivirla como un juego. El entusiasmo se contagia. Incluso los problemas tienen alguna lectura positiva. De todo se aprende, como ejemplo o como contraejemplo. Cada día tiene su propia melodía. Siéntela.
A veces los propios niños invitan a ese juego. No hay que sentirse tan ocupado como para no estar a su lado. Compartir la ocupación puede ser una diversión.
Cualquiera de estas vivencias puede ser muy emocionante. A hacer las cosas se aprende haciéndolas. Es estupendo sentirse útil, y aunque te equivoques o ensucies, cada vez te saldrá mejor.
Puedes ayudar en las tareas más cotidianas pero también en las situaciones especiales. Por ejemplo, en una mudanza, pide que te preparen cajas pequeñas para que tu puedas llevarlas. Y si te vas de viaje, pide que te den una lista con las cantidades de prendas que debes poner en tu maleta. Así de paso practicas los números. Sorpréndelos.
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